Almejas a la marinera, recordando a Zacande

Plato tradicional donde los haya, por lo menos aquí en Galicia, muy propio de festejos varios.

En mis recuerdos va unido a una fiesta muy querida por mi, las fiestas del Carmen, en Zacande (Meis). Zacande es una pequeña aldea en las Rías Baixas donde viven mis tios, primos y demás familia. El 22 de agosto se celebra esta fiesta, que en casa de mis tios es, como explicarlo, como una pequeña boda. Nos reunimos muchos comensales, en otras épocas aún más casi 50 a comer, entre familia, amigos.... Todos alrededor de varias mesas; mayores, pequeños ( que ahora ya no lo somos), hijos de los pequeños.....

Mis tios, Joaquín y Candita, son de esas personas en vías de extinción: generosos, con las puertas de su casa ( y de su cocina) abiertas para todo aquel que por allí asome.

Uno de los platos que suelen poner, son las almejas a la marinera.

Esto es como en todo, en cada casa una receta. Yo os pongo la que hago siempre, esperando que os guste...

Ingredientes:

• 1 kg de almejas ( de Carril mejor)
• 1 cebolla
• 2 dientes de ajo
• 1 cucharada de harina
• 1 vaso de vino albariño
• 1 cucharadita de pimentón dulce y una pizca de pimentón picante
• aceite de oliva virgen
• sal
• unas hebras de azafrán
• 1 cucharada de salsa de tomate casera (opcional)
• Caldo de pescado (250ml aproximadamente)

Preparación:

Se dejan las almejas a remojo con un buen puñado de sal en la nevera media hora antes de cocinarlas, y se escurren bien.

En una olla se pone un poco de aceite, y se rehoga la cebolla  y los ajos todo bien picado, con una pizca de sal hasta que esté transparente. Se añaden las almejas y después la harina, el azafrán y el pimentón, se remueve bien y se incorpora el tomate, y se vuelve a poner sal.

Continuar rehogando a fuego vivo y regamos con el vino. Cocer tapado unos cinco minutos. Pasado este tiempo se añade el caldo hirviendo ( la salsa no debe quedar muy ligera, así que es mejor añadir un poco y luego al final si queda muy espesa otro poco más) y se baja el fuego cinco minutos más, hasta que estén todas las almejas abiertas. Se prueba la salsa y se rectifica de sal.

Se sirve inmediatamente.

Para terminar, en este plato es fundamental UN BUEN PAN, porque la salsa es un vicio....

Bo proveito! ¡Buen provecho!