Una receta sencilla, de las de siempre, que gusta por igual a niños y mayores.
Hoy además de los ingredientes, os voy a dar algún truquillo de los de las abuelas para que os salgan blanditos por dentro y crujientes por fuera.
Ingredientes para 4 personas:
- 1 kilo de calamares frescos
- harina
- sal
- aceite de oliva
- limón
Preparación:
Separamos los tentáculos del cuerpo, tiramos las tripas y los lavamos bien; los secamos con papel de cocina, y retiramos la piel. Es muy sencillo, damos un pequeño corte superficial y la vamos retirando. Luego le cortamos las alas.
Os dejo un paso a paso.
Tenemos que retirar vaina que hay en su interior.Y ahora procedemos a cortarlo en rodajas de un dedo de grosor, más o menos. El primer truco: colocamos los calamares en rodajas en un cuenco con leche y los dejamos un par de horas.
Pasado este tiempo los secamos cuidadosamente, primero los escurrimos bien y después los pasamos por papel de cocina. Salamos
Colocamos harina en una bolsa, yo uso las de congelar, y vamos colocando las rodajas en el interior. Cerramos y sacudimos para que se impregnen bien de la harina. El segundo truco viene ahora, es importante retirar el exceso de harina y para ello los colocamos en un colador y vamos dando pequeños movimientos para que suelten la harina que les sobra.
Y ahora sólo nos queda freirlos en abundante aceite de oliva bien caliente. Cuando adquieran color dorado los vamos pasando a un plato con papel absorvente.
Yo los acompañé de una ensalada de canónigos, tomates y cebolla aliñada con una vinagreta, y unas patatas fritas. Podéis poner en cada plato una rodaja de limón para aquellos que les guste ponerle a los calamares un poquito de zumo de limón.
Bo proveito!¡Buen provecho!