Pensando en hacer un postre para San Valentín, apareció en mi memoria la imagen de Carrie Bradshaw (protagonista de Sex and the City, o Sexo en Nueva York) con su espectacular vestido verde de tul en el puente de París con su amado Mr Big.
Y unido a París aparecen las fresas y el champangne, combinación que me fascina, tan sencilla y fácil como espectacular.
Pues bien, de todo este batiburrillo sale este postre.
Sé que hay muchos que reniegan de este día "tan comercial", que el amor es algo que hay que cuidar día a día...en fin, que estoy de acuerdo con todo esto, pero también debería aplicarse a muchas otras fechas que se celebran...para mi es una oportunidad de hacer un pequeño "break", una pausa, y tener una excusa para sorprender, mimar...a la persona amada. Ni siquiera tiene que ser un regalo, ni algo costoso, suficiente con un postre pensado para esa persona, una comida especial...
Así que os dejo mi pequeño regalo de San Valentín.
Ingredientes:
Para el brazo de gitano:
- 4 huevos medianos
- 150 g de azúcar
- 150 g de harina tamizada
- una pizca de sal
- 2 cucharaditas de levadura
- aroma de fresa
- colorante rosa
Para el relleno:
- Un vasito pequeño de champangne
- 500 g fresas
- 3 cucharadas de azúcar
- 400 ml de nata para montar
- 200 g de azúcar
Preparación:
Batimos las yemas con la mitad del azúcar, hasta que doblen su volumen y blanqueen; teñimos con el colorante rosa y le añadimos unas gotas de aroma de fresa, y mezclamos muy bien.
Montamos las claras a punto de nieve y añade el resto del azúcar. Incorporamos las claras a las yemas con movimientos envolventes para que no se bajen. Añadimos la harina y la levadura bien tamizadas, y con una espátula las vamos integrando. Separamos un par de cucharadas de la masa y añadimos un poco más de colorante y mezclamos. Lo ponemos en una manga pastelera deshechable a la que le hacemos un pequeño orificio.
Ponemos un papel de horno en la bandeja del horno, y con la manga vamos haciendo decoraciones de corazones sobre el mismo. Horneamos en horno precalentado a 170º un par de minutos. Retiramos del horno y volcamos el resto de la masa cubriendo todo el papel. Horneamos a 170º unos 15 minutos.
Pasado ese tiempo, pinchamos para ver si está bien hecho y lo sacamos de la bandeja volcándolo en un paño humedecido.
Retiramos con cuidado el papel de cocina, y ayudándonos del paño lo envolvemos y dejamos que enfríe completamente.
Entre tanto, picamos las fresas y las ponemos a macerar en el champangne junto con tres cucharadas de azúcar blanco y las metemos en la nevera. Reservamos algunas para la decoración.
Cuando el bizcocho esté frío, separamos las fresas del liquida han soltado.
Estiramos con cuidado el bizcocho y lo mojamos con este almíbar. Montamos la nata, y a medio montar le añadimos poco a poco el azúcar y seguimos montando hasta que esté muy dura.
Untamos el bizcocho con la nata montada, le colocamos las fresas y vamos enrollándolo con cuidado.
Cortamos a la mitad unas tres o cuatro fresas, las pinchamos con brochetitas de plástico en forma de corazón y las pasamos por chocolate blanco derretido, y otras por chocolate con leche también derretido. Con ellas decoramos nuestra bandeja para presentar el postre.
Lo guardamos en la nevera unas horas antes de servirlo. Lo podéis hacer perfectamente de un día para otro.