La receta de hoy es un clásico de nuestra cocina, con origen en Cataluña, Aragón, Valencia y Baleares, tradicionalmente se preparan para el día 1 de noviembre.
Este postre ha ido extendiéndose por el territorio de nuestro país. Hace tiempo que tenía ganas de prepararlos en casa siguiendo una receta que me dio un gran amigo catalán de nacimiento, pero de raíces gallegas.
Ingredientes:
- 250 g de almendra molida
- 250 g de azúcar
- ralladura de limón
- 1 huevo
- 100 g de patata cocida
- piñones
- almendra picada
- azucar glas
Empezamos por mezclar el azúcar con la ralladura de limón.
Agregamos la almendra molida y mezclamos bien
Aplastamos la patata cocida con un tenedor y la mezclamos con la yema del huevo. Reservamos la clara para usarla más tarde.
Añadimos la mezcla de patata y huevo a la almendra con el azúcar y empezamos a unir la masa con una espátula o con una batidora que tenga una pala. Debemos tener paciencia porque tarda en conseguirse una masa ligeramente pegajosa.
Vamos haciendo bolitas de un tamaño similar a una nuez.
Las pasamos por la clara de huevo y las vamos rebozando, unas en los piñones, otras en la almendra picadas, y unas terceras en azúcar glas. Estas últimas las rebozo directamente sin pasar por la clara.
Los colocamos encima de una bandeja cubierta con papel de horno y las horneamos a 170º calor arriba y abajo, hacia la mitad del horno, unos 12 minutos, hasta que estén dorados.
Aquí el resultado final