Es mi primera experiencia con las focaccias, y me ha resultado muy sencilla con un resultado fabuloso!
Ingredientes:
- 500 g de harina de fuerza
- 10 g de sal
- 20 g de levadura fresca
- 350 ml de agua tibia
- 2 cucharadas soperas de aceite de oliva
- 4 tomates secos en aceite, en trocitos
- 2 cucharadas de paté de aceitunas verdes (podéis substituirlo por aceitunas verdes picadas)
- orégano
Preparación:
La primera parte de la focaccia la hice en la panificadora. Puse el aceite, la levadura desleída en el agua tibia y la harina con la sal en la cubeta. Usé el programa 6 de mi panificadora, que es el programa de amasado con levado. Hay un momento del programa en el que emite una señal acústica que avisa para que añadas más ingredientes, entonces incorporé los tomates picados, orégano y el paté de aceitunas. Este programa tiene una duración de 1:30 aproximadamente, pero lo apagué a los 50 minutos. Estaba bien amasada y ya había levado lo suficiente.
Si no tenéis panificadora, se puede hacer perfectamente a mano: Mezclamos la harina con la sal en un bol. Añadimos la levadura desleída en el agua tibia y el aceite de oliva, y amasamos hasta obtener una masa bien trabajada. Le añadimos los tomate en trocitos, el orégano y el paté de aceitunas verdes. Amasamos y dejamos reposar en el horno a 50º unos 40 minutos.
En este punto, tanto si es a mano o en panificadora, estiramos la masa sobre una bandeja de horno cubierta con papel de horno, y ayudándonos de las manos le damos una forma rectangular. Hacemos pequeños agujeritos con los dedos sobre la masa y rociamos con aceite de oliva. Dejamos reposar dentro del horno con temperatura 50º otros 20 minutos.
Cocemos la focaccia a 200º unos 30 minutos.
Deliciosa templada y también fría, para acompañar un queso manchego curado, una anchoas...
Bo proveito!¡Buen provecho!