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viernes, 4 de noviembre de 2011

PARA MI PADRE, tortillas flambeadas al ron


Hoy hace ocho años que falleció mi padre, y todos los que hemos perdido un ser querido sabemos que el tiempo nos ayuda , pero siempre nos queda ese vacío que es imposible de llenar.

Esta entrada la publiqué el año pasado, y he estado pensando en publicar una receta nueva para el día de hoy, pero simpre vuelvo a esta tortilla flambeada al ron, que la hacía él, y que nunca más la volví a tomar.

Este es mi pequeño homenaje a él, con el que compartí muchos momentos en la cocina. La entrada la dejo tal cual la publiqué en su momento.


Esta entrada es especial.

Hoy es un día triste, hace 7 años que falleció mi padre.


Me acuerdo de él a diario, en las cosas sencillas y en las que no lo son tanto. Lo veo en los ojos de mi hija pequeña, en sus manos que son un vivo retrato de las suyas, en el pelo de mi hija mayor...

Recuerdo su voz, y echo de menos sus palabras, que me acariciaban en mis momentos tristes, haciéndome sentir que nunca estaba sola. Recuerdo su risa que me acompañaba en mis alegrías, que siempre las hacía suyas.

Te echo de menos siempre.... pero un día como hoy todavía más.

Este postre lo hacía él algún día de fiesta, porque nos gustaba mucho a todos.


Va por ti.

Te quiero.

TORTILLAS FLAMBEADAS AL RON

Ingredientes:

huevos, tantos como comensales
mantequilla
azúcar
1 copa de ron ( el mejor que tengamos)

Preparación:

Se bate bien el huevo. Se pone la mantequilla en una sartén antiadherente ( es muy importante que la sartén esté en buen estado), y cuando está caliente se echa el huevo batido y se hace una tortilla que debe quedar bien enrollada. Se reserva.
Se van haciendo el resto de tortillas, y se van guardando.

Cuando ya tenemos hechas las tortillas que necesitamos, se colocan en un plato, se les pone azúcar por encima (en mi casa siempre se hizo con azúcar blanco, pero le quedaría fenomenal azúcar moreno) y se le añade el ron. A continuación, ponemos en una cuchara un poco de brandy, se le prende fuego al brandy de la cuchara y con ella se flambean las tortillas, dejando que se apague solo.



Las tortillas deben quedar doraditas, como las de la foto.


Es un postre sencillo, pero estupendo, con ingredientes que siempre tenemos en casa y que nos puede sacar de un apuro.

Espero que os guste, está hecho con mucho amor.

Bo proveito! (¡Buen provecho!)

He estado averiguando un poco el origen de esta tortilla y curiosamente en la Wikipedia, la describen como un postre de origen cubano, muy extendido por Madrid y Galicia.

Por otro lado, en el libro de Álvaro Cunqueiro, (2004), La cocina gallega, se hace una mención al origen y uso de este postre ya en los inicios del siglo XIX, aparte de la receta del mismo.

15 comentarios:

  1. Siempre digo porque así lo siento que recordar y tener presente a quienes queremos u no están ya a nuestro lado es que no mueran nunca.
    Hablad de ellos con una sonrisa, con tanto amor es hacer que sigan con nosotros de la única forma que podemos.
    Un abrazo muy dulce y en silencio.

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  2. Gracias Ana, me hace mucha ilusión verte, de vez en cuando, por aquí.

    Pienso como tú, que recordar a aquellos que hemos querido y no están es la mejor manera de que vivan para siempre.

    Un beso

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  3. Buenos días Mª José!! Estamos preparando una nueva iniciativa que seguro os interesará pero necesitamos, como no, de vuestra colaboración para llevarla a cabo. Mezclaremos comida y solidaridad. En unos días más información. Será un buen regalo de Navidad!!

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  4. Hola guapa, que entrada mas bonita, es verdad que recordándolo es como tenerlo siempre cerca. Un abrazo
    Isabel

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  5. La verdad es que para los que hemos perdido a nuestros padres es la única manera de tenerlos a nuestro lado recordándolos una entrada muy emotiva y bonita.Las tortillas flambeadas al ron muy ricas.Besos.

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  6. Bonita y emotiva entrada Mª José. Da gusto leer a personas con corazón.
    El postre es sencillo y rico,me recuerda mi infancia en en una aldea muy humilde de Lugo. De vez en cuando nos hacían esas tortillas sin flambear. ¡qué felices cuando las comíamos!.
    Un beso

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  7. es la mejor forma de recordarles, siguiendo sus gustos y saboreando los recuerdos, un besiño

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  8. hola tocaya que bonito homenaje hacía tu padre.
    lo siento aunque haya pasado ocho años, los seres tan queridos se les lleva dentro muy dentro del alma y nunca se olvidan.
    las filloas les hubieran encantado.
    besosss guaapa
    fbuen finde

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  9. Cuanta razón tienes, el tiempo suaviza la herida, pero nunca se cura, siempre se abre por alguna esquina... Pero también te digo que, mientras perviva en tí el recuerdo de tu padre: él vivirá eternamente.


    En cuanto a la receta, intentaré probarla, pero mejor al aire libre...jejeje...es que los flambeados en casa me dan "yuyu".


    Un besote, mi solete.

    Zulima (Vamosalculete)

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  10. Que bonito homenaje, aunque se hayan ido siempre estarán con nosotros en nuestro recuerdo.

    Bicos.

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  11. Un homenaje precioso. Además, creo que los sabores y olores, nos traen recuerdos mucho más intensos que las fotos o las palabras.
    Esta receta me parece de lo más curiosa. La probaré.
    Un besote

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  12. MOSQUIS ...estoy contigo en estas fechas de recuerdo ..mi padre tambien hace 2 años el dia uno de Noviembre ..estamos juntas en estos dias ...La tortilla estupenda .bsssMARIMI

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  13. El tiempo todo lo cura y es cierto, mi padre mnurio hace 23 años y lo recuerdo con un cariño y una tranquilidad increibles, eso si,todos los dias y por desgracia mi madre también hace 18 aaños y la recuerdo en cada momento de mi vida desde la tranquilidad y el sosiego.
    Algo importante...ellos velan por nosotros, ese seguro.

    Biquiños

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  14. Me has puesto la piel de gallina Mª José, mi padre hizo 8 años también el 27 de Octubre, se llevaron pocos días, es muy triste, pero mientras los recordemos en nuestro día a día es como si aún quedara algo de ellos a nuestro lado.
    Besos.

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  15. Me gusta tu blog, y me gusta esta entrada tan entrañable.
    Qué fotografía tan especial...Esa manecilla protegida por otra, y ya ambas desaparecidas...
    Menos mal que está hecho por Dios que no pasemos todo el tiempo pendientes de las penas, porque si no la vida se haría insoportable.

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Estoy encantada de que me visitéis y dejéis vuestros comentarios. Me alegra leerlos, son la sal y pimenta del blog, y una gran razón para seguir con él.

Gracias